Estoy tan agradecida de haber encontrado a Graciela. Desde que comencé a trabajar con ella, he crecido tanto como persona y he comprobado el impacto positivo que ese crecimiento tuvo en mi vida. Su compasión genuina, sus habilidades de escucha y su acompañamiento experimentado crearon un espacio seguro en el que me siento afortunada de estar, independientemente de cómo me sienta o cómo vaya mi vida. Ella me enseñó cuáles son las habilidades que necesito para transitar mi vida diaria.
Una de las cosas más importantes que logré fue recuperar mi autoconfianza y aprender a amarme a mí misma. Cuando conocí a Graciela, había atravesado muchos momentos difíciles, entre mudanzas, sufrir acoso y otras cuestiones sociales. Todo eso me había afectado profundamente mi autoestima y mi autovaloración. Era una persona ansiosa, que evitaba los desacuerdos y buscaba constantemente agradarles a los demás, muy exigente conmigo misma. Al advertir que esos aspectos de mi personalidad me estaban lastimando, y con la ayuda de Graciela, pude dar los pasos necesarios para convertirme en una versión más segura de mí. Todavía recuerdo cuando comencé a ver que mis esfuerzos daban sus frutos, cuando le conté a Graciela sobre una experiencia reciente en la que había podido defender mi punto de vista. Ella me ayudó a ver que antes no habría podido lograr eso. Estoy feliz de decir que ahora soy capaz de amarme de una forma que no creía posible, y que los problemas de toda la vida con la ansiedad ahora son mucho más manejables, mientras continuó desarrollando mecanismos para superarla