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¡S.O.S. H2O! ¿Estoy bebiendo suficiente agua?

La hidratación tiene un efecto fundamental en los niveles de energía y en la función cerebral. Los estudios muestran que, aun en casos leves, la deshidratación causada por las actividades diarias habituales puede alterar el estado de ánimo, la concentración y la memoria. Además, puede incrementar la sensación de ansiedad y el cansancio. Los estudios también muestran que si eres como la mayoría de las personas, seguramente no estés bebiendo suficiente agua.

Si te has fijado objetivos relacionados con tu salud y bienestar, la hidratación es esencial para que tu mente y tu cuerpo sean tus aliados y no tus enemigos.

Estas son solo algunas formas en las que el agua cumple una función en el cuerpo:

  • El sistema digestivo funciona mejor con una hidratación adecuada.
  • Elimina las toxinas del cuerpo.
  • Promueve una buena función renal.
  • Mantiene los músculos y las articulaciones lubricados.
  • Favorece una piel más saludable y fresca.
  • Ayuda a regular la temperatura corporal.
  • Evita los dolores de cabeza y las migrañas.

Constantemente eliminamos agua a través de la respiración, la transpiración, la orina y los movimientos intestinales. Por eso, es importante beber agua durante todo el día, aunque no hagas ejercicio o las temperaturas no sean elevadas.

La Clínica Mayo recomienda una ingesta diaria de agua que te sorprenderá: para mujeres, 11,5 vasos (2,7 litros) y para hombres, 15,5 vasos (3,6 litros). Si bien esto parece ser demasiado, es el equivalente a 6 o 7 botellas de agua. Aun así, puede ser difícil lograrlo.

Si acostumbras tomar agua saborizada, azucarada o bebidas con cafeína, pasar al agua sola no será tentador ni fácil. Hay algunos trucos muy simples que puedes implementar para que el cambio sea más sencillo; así, con cada vaso, estás eligiendo más salud y más bienestar, en cuerpo y mente.

Prueba con estas sugerencias para aumentar tu ingesta diaria de agua:

  • Agrega frutas al agua para darle sabor. Prueba agregar un poco de jugo de limón, naranja o lima, algunos frutos rojos, un trozo de melón o hasta una rebanada de pepino para saborizar el agua.
  • Usa una aplicación. Prueba alguna de las excelentes aplicaciones para monitorear el consumo de agua disponibles para smartphones, como My Water Balance, Daily Water Tracker y Drink Water Reminder. Estas aplicaciones te ayudan a monitorear la cantidad de agua que consumes por día y te envía recordatorios para que llegues al objetivo diario.
  • Filtra el agua. Si vives en una zona de aguas duras, es posible que el agua tenga un sabor extraño. Usa un filtro para purificarla y para que se vea transparente y tenga un sabor agradable.
  • Compra una botella y llévala contigo. Una de las principales razones por la que muchos de nosotros no bebemos suficiente líquido es porque no tenemos agua en todo momento. Una botella que puedas llevar a todas partes te ayudará a mantenerte hidratado.
  • En las comidas, bebe agua como entrada. Cuando salgas a cenar o cuando disfrutes de una comida en casa, bebe un vaso de agua antes de la comida. Quizás descubras que tenías más sed que hambre. Este consejo te ayudará a mantenerte hidratado, y quizás también te ayude a bajar de peso ya que comerás menos y beberás más agua.

¿Estás buscando mejorar tu calidad de vida y sentirte más saludable? Comienza dando este pequeño paso y bebe más agua. ¿Estás pensando en hacer cambios más importantes? Si necesitas ayuda para comenzar, considera el coaching para la vida con Grit & Grace.

Que estés bien.

El lugar en el que comes podría ser igual de importante que lo que comes

Todos saben que lo que comes tiene consecuencias en tu salud y tu bienestar. Pero aun si te alimentas de forma saludable, con una dieta equilibrada, es posible que tengas problemas de peso, falta de energía, problemas de concentración y otros síntomas molestos. Cuando se trata de alcanzar el bienestar, no basta solo con preocuparnos por QUÉ comemos.

Dónde y cómo comemos es igual de importante. Cuando te fijes objetivos de salud y bienestar, ten en cuenta que el ambiente en el que comes afecta a ambos. Evaluar dónde comes, tu postura mientras comes, cómo te sirves, el tamaño de la porción y cómo consumes tus alimentos puede ayudarte a identificar áreas en las que puedes mejorar cuando estás trabajando para lograr una versión más saludable de ti mismo.

Piensa acerca de estas preguntas mientras revisas tus hábitos de alimentación. 

¿Dónde comes normalmente? ¿Tu escritorio es tu mesa de comedor habitual? ¿El plato en el que comes comparte el espacio con proyectos por terminar o con el correo del día? 

Los estudios demuestran que mantener ordenado el espacio en el que comes disminuye las distracciones y te permite enfocarte en tu comida y tener una alimentación consciente. La alimentación consciente no solo reduce la cantidad que comes, sino también las posibilidades de “picotear” más tarde debido a que comiste en forma apurada o distraída. Cuando ejerces la alimentación consciente, es importante mantener un ambiente relajado y ordenado. Si tu espacio está ordenado y limpio, es más probable que quieras sentarte a la mesa.

¿Te sientas a la mesa para comer? Los expertos afirman que sentarse a la mesa para comer no solo mejora la postura al comer, lo cual favorece la digestión, sino que también reduce las distracciones y ayuda a enfocarse en la comida, lo que está relacionado con un peso más saludable. Deja el sillón para mirar Netflix; ¡la cena es en la mesa! Dedica un momento a “vestir” tu mesa; puedes usar caminos, manteles, manteles individuales, centros de mesa, etc., y utensilios reales y reutilizables.

¿Cómo sirves las comidas generalmente? ¿Estilo buffet? ¿Familiar? ¿Varios platos? Intenta esto: lleva los platos a la mesa ya servidos. Las fuentes de mesa o las cestas de pan pueden ser tentadoras y, sin dudas, más fáciles de alcanzar. Tener que pararse para servirse por segunda vez a menudo le permitirá a tu cerebro advertir de que ya has comido lo suficiente.

¿De qué tamaño son tus platos? ¿22 cm? ¿30 cm? ¿De tamaño intermedio? Platos más grandes = porciones más grandes. Intenta usar platos más pequeños para ayudarte a controlar el tamaño de las porciones. Buscar tamaños de porciones más saludables es una excelente excusa para regalarte una vajilla de cocina nueva.

La alimentación consciente evita comer en exceso, favorece la digestión y mejora tu relación con la comida. Procura estar en un ambiente libre de tecnología. Tener un TV, una tablet o un teléfono cerca no te permitirá advertir cómo y cuánto estás comiendo. Mientras comes, intenta concentrarte en disfrutar cada bocado. Si comes con otras personas, siempre es preferible mantener una conversación de calidad.

Cuando se trata del momento de comer, es importante tener una visión global y dar pequeños pasos al avanzar hacia el objetivo de alimentarse mejor, enfocándose en dónde y cómo comes. Tú eres quien controla el lugar en el que comes, y puede ser una buena forma de comenzar a trabajar para lograr una versión más feliz y saludable de ti mismo. 

Hacer cambios demanda esfuerzo y perseverancia, pero es posible lograrlo. Si necesitas ayuda para comenzar, considera el coaching para el bienestar y la vida con Grit & Grace.

Que estés bien.

Por qué fijarse objetivos es diferente con un coach

Si deseas hablar acerca de tus objetivos, es buena idea conversar con un amigo, pero si lo que buscas es alcanzar esos objetivos, ¡habla con un coach! 

El coaching para el bienestar se basa en la premisa de que la relación de coaching tiene un rol importante en hacer que las personas avancen hacia el logro de sus objetivos personales. Fijarse objetivos en este esquema de trabajo es más que una simple tarea para el hogar que te asigna tu coach. El establecimiento de objetivos colaborativo es un proceso que implica conectar tu objetivo con tus valores, fortalezas y tu deseo de cambio. 

En Grit & Grace, todos los objetivos son objetivos SMART. El acrónimo S.M.A.R.T se refiere a las iniciales en inglés de Specific (específicos), Measurable (medibles), Achievable (alcanzables), Relevant (relevantes) y Time-limited (limitados en el tiempo). ¿Por qué? Porque si los objetivos son demasiado amplios o no son específicos o relevantes para ti, es menos probable que los alcances. Siempre tenemos mejores resultados cuando los cambios de comportamiento están alineados con el lugar del recorrido en que nos encontramos en ese momento.  

¿Cómo funcionan los objetivos SMART en el coaching? Veamos un ejemplo:

“Voy a comer alimentos más saludables” no es un objetivo lo suficientemente específico. “Voy a comer más vegetales” tampoco.

“Voy a agregar 2 porciones de vegetales a cada comida durante las próximas 3 semanas” es un objetivo específico. Y te permite hacer un seguimiento y medir tu progreso simplemente al recordar qué comiste en cada comida; una mejor manera de trabajar hacia tu visión de estar más saludable, perder peso o dejar de tomar un medicamento.

Ahora considera tu realidad y qué tan probable es que puedas alcanzar ese objetivo. ¿Tienes lo que necesitas para lograrlo? Si los vegetales frescos no son fáciles de encontrar en tu área, si no vas a la tienda con la frecuencia necesaria para comprarlos, o si odias los vegetales, las probabilidades de respetar el plan son pocas, lo que disminuye tu motivación y tu confianza. 

Los objetivos también deben ser relevantes: deben ser realmente importantes para ti y estar relacionados con tu deseo de cambiar. Crear un plan de consumo de vegetales podría resultarte atractivo si tu médico te ha dicho que podrás suspender la medicación para la diabetes si bajas 12 kilos de peso.

También notarás que mantenemos el objetivo a corto plazo. Esto es para que podamos revisarlo o ajustarlo rápidamente y mantenerte motivado… 3 semanas parece mucho más manejable que decir “Voy a agregar 2 porciones de vegetales a cada comida hasta que llegue al peso que quiero”.

Es verdad, los cambios son difíciles. Es por eso que para convertir los objetivos en cambios de comportamiento es necesario transformar tus valores y deseos en acciones. Cada objetivo SMART es un plan de acción en miniatura. Y cada uno es un experimento que puedes modificar si cualquiera de sus variables no está funcionando para ti o si ya no es un reflejo de tu situación.  

Es necesario que seas flexible y te concentres en el proceso de aprendizaje tanto como en el éxito. Cuando trabajemos en el establecimiento de objetivos, analizaremos áreas específicas de cambio y por qué este cambio es importante para ti. También consideraremos los pasos que estás dispuesto a tomar, buscaremos el respaldo necesario y pensaremos en los potenciales obstáculos y en las posibles soluciones. Y, finalmente, determinaremos cómo sabrás que estás avanzando.  

Aprender a descubrir qué funciona para ti y qué es valioso para ti es la clave de trabajar con un coach para el bienestar y la vida. Estas respuestas te acercan más a la mejor versión de ti mismo. 

Seguramente ya estés pensando en redactar tus propios objetivos SMART; ¡me encantaría conocerlos!

Cuando quedarnos quietos es el mejor movimiento que podemos hacer

Hace tiempo que intento escribir sobre conciencia plena, sobre recursos, cuidado personal y sobre muchas otras cosas, pero una y otra vez, el mismo pensamiento vuelve a mí y me lo impide.

«¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya?»
«¿Cómo puedo escribir un artículo interesante sin sonar reiterativa?»

Sin dudas, estamos viviendo un momento de la historia único y sin precedentes, en el que el mundo entero se ha detenido.

Nadie camina por el Central Park.
No hay tránsito en Roma.
Nadie hace compras en París.
No hay fútbol en Buenos Aires.
No hay tenis en Inglaterra.

Solo quietud.

¿Cuántas veces hemos deseado un momento de quietud, de espacio personal, un poco de tiempo para estar en casa, sin prisa…?

Ahora lo tenemos, y tenemos mucho.

Esta es la primera y única vez que el mundo entero comparte la misma frase: QUÉDATE EN CASA. Cada idioma en el mundo tiene su propia versión, pero todas significan lo mismo: «Cuídate». No existe ningún lema político, ni grupo social, ni religión que no respalde estas dos palabras.

Finalmente, el mundo entero se ha unido.

Lloramos y rezamos por personas que no conocemos, sin importar su color de piel o su nacionalidad.

Compartimos una profunda compasión por la humanidad; algo que, tan solo algunas semanas atrás, habría sido inconcebible, y eso nos renueva.

Finalmente estamos haciendo algo por nosotros y por los demás, con el mismo respeto y la misma pasión, nos preocupamos.

Uno de los aspectos básicos de la conciencia plena y de estar presentes es respirar, seguir el ritmo de la respiración. Uno de los peligros máximos de este virus es que convierte ese simple acto involuntario en algo difícil, en algunos casos imposible.  Una de las recomendaciones para la salud mental es conectarse, relacionarse, especialmente en las personas mayores. El virus nos pide que nos aislemos, especialmente de las personas mayores. Este virus nos ha puesto de rodillas, a veces literalmente de rodillas.

Cuando todo parece haberse detenido, podemos decidir si detenernos significa que este es el fin, o si es aquí donde nos damos cuenta de la abundancia que tantas veces subestimamos, y comenzamos de nuevo. Al detenernos, podemos encender otros valores: solidaridad, generosidad, moderación y paciencia. Recibamos este tiempo en soledad y trabajemos en una versión agradecida, más saludable y plenamente consciente de nosotros mismos.

Tenemos la oportunidad única de cambiar el mundo, de a uno por vez.

Que estén bien.

¿Qué tan profundas son tus raíces?

Hay algo que sabemos con certeza acerca de los árboles y es que, cuanto más profundas sean sus raíces, más firme y estable será ese árbol.

Nosotros, a diferencia de los árboles, no tenemos raíces.

Sin embargo, tenemos una fuerza central que nos hace buscar el estar arraigados.

Algunos de nosotros todavía seguimos intentándolo, pero para muchos otros, estar arraigados simplemente describe nuestra forma de ser.

Usamos expresiones como “él está siempre tan conectado y presente” o “ella siempre está calmada y serena” cuando nos referimos a personas centradas y arraigadas.

Metafóricamente hablando, sus raíces crecieron y se volvieron profundas y fuertes.

Ponemos a prueba nuestra estabilidad cuando nos sentimos presionados, empujados o cuando perdemos el equilibrio, del mismo modo en que los árboles se ponen a prueba durante las tormentas o los vendavales.

Al enfrentar nuestras tormentas,  necesitamos que nuestras raíces sean profundas y capaces de mantenernos arraigados.

¿Pero cómo nos arraigamos?

Los árboles necesitan una combinación de factores para poder crecer altos y fuertes: un buen suelo, agua y viento.

Sí, viento.

Los árboles necesitan del viento para poner a prueba su resistencia, para asegurarse de que sus raíces se hayan desarrollado plenamente y que puedan soportar los vendavales más fuertes, una y otra vez.

En la vida, nos esforzamos por evitar los vientos o las tormentas, pero aun así, estos sobrevienen.

Nos sorprenden y, a veces, nos hacen perder el equilibrio.

Entonces, si sabemos que puede venir una tormenta, y que de hecho vendrá, la pregunta es: ¿qué tan profundas son tus raíces?

¿Cómo podemos fortalecer nuestras propias raíces?

Para estar arraigados en un buen suelo solo necesitamos tener conciencia plena, estar presentes.

Alcanzar el bienestar es como el agua para la persona como ser integral: a nivel físico, social, intelectual, espiritual, emocional y laboral.

Pero quizás, además de asegurarnos de recibir la cantidad apropiada de agua y nutrientes, necesitamos aprender de los árboles y recibir el viento con los brazos abiertos.

Aceptar que las tormentas llegarán.

Permitir que nos doblen y nos bamboleen.

Dejar de resistirnos.

Si, en cambio, permitimos que el viento ponga a prueba nuestras raíces, nuestra capacidad innata de hacerlas crecer se volverá cada vez más fuerte.

Estar arraigados es dejar que tus raíces penetren en el suelo, y que encuentres “eso” que te da estabilidad, en tiempos de tormenta y cuando llega la calma.

Las prácticas que nos permiten “estar arraigados” no son las mismas para todas las personas.

Poner la consciencia en la respiración, mirar atentamente una imagen específica, escuchar un sonido o una música o participar en una actividad, todas son formas diferentes de buscar estar arraigados.

No importa cuál prefieras (¡y tampoco son las únicas!), lo más importante es que trabajes en ello y lo descubras.

Que encuentres eso que te hace estar “con los pies sobre la tierra” y hacerlo parte de tu rutina.

Agregarlo a tu “caja de herramientas”.

Hacerlo una parte integral de ti, para que cuando lleguen las tormentas sepas exactamente qué es lo que te ayudará a que tus raíces se arraiguen aún más.

Si tus raíces son profundas, no solo podrás soportar los vendavales y las tormentas, podrás aceptar ser puesto a prueba, dejar que el viento te doble y te bambolee… 

Pero que nunca te quiebre.

Que estén bien, Grace.